martes, 10 de agosto de 2021

MARCOS CLIMENT DEL CLUB PIRAGÜISME SILLA EN EL 66º DESCENSO INTERNACIONAL DEL RÍO ASÓN

    Posiblemente el descenso de ríos sea una de las pruebas más aventureras que podemos encontrar dentro del mundo del piragüismo.


     Da igual las veces que bajes un mismo río porque este cambia cada día, incluso en un mismo día, es como un ser vivo que cambia con las estaciones. El caudal puede subir y bajar y en función del mismo los obstaculos pueden desaparecer o convertir el río en una prueba de obstáculos donde se pone a prueba la pericia del palista y la resistencia de la embarcación.

     De año a año los palistas que descienden los ríos observan como los pasos cambian, los meandros se acentuan o simplemente desaparecen, los obstáculos rocosos quedan sumergidos o se alzan como muros infranqueables, la vegetación se retira creando bancos de arena o simplemente invade el río, en cambio otros pasos, sobre todo los rocosos, se mantienen inamovibles y se convierten en elementos simbólicos del descenso adquiriendo nombre propio que los identifica. Estos mismos son los que dotan de personalidad al río.

    El río Asón es un río con personalidad propia, su nacimiento es una espectacular cascada de unos 70 metros de altura.

Un dicho popular cuenta que no es una cascada, sino el pelo plateado de una anjana, ser de la mitología cántabra con el que se designaba a las hechiceras y se representa  con largas trenzas adornadas con lazos y cintas de seda, ceñida la cabeza con hermosas coronas de flores silvestres.

    Pasa por los municipios de Ampuero, Arrendondo, Barcena de Cicero, Colindres, Escalante, Laredo, Limpias, Ramales, Rasines, Ruesga, Santoña, Soba y Voto, desembocando en la bahía de Santoña, pasando antes bajo el puente de Treto, ya con el nombre de ría de Limpias, conformando una de las más valiosas zonas húmedas de toda España. 

    Pues hasta allí, desde la Albufera de Silla, fue nuestro palista, ni corto ni perezoso, Marcos Climent Queremón a disputar la prueba.

    Las posiciones de salida se determinaron dando  prioridad, según el orden, a los que participaron en la contrarreloj de 3 km con presa rota incluida quedando nuestro palista en 5ª posición.

      La salida se realizaba desde Ramales de la Victoria,    esta localidad fue escenario de la batalla de Ramales que decidió el triunfo liberal en la Primera Guerra Carlista encabezado por el General Espartero frente a los carlistas de Maroto, hasta Ampuero.

    Un descenso de 16 kilómetros entre piedras puntiagudas que ocasionó que trascurridos 5 kilómetros de la prueba se destensaran los cables del timón, pero esto no fue obstáculo para sortear con pericia los rápidos, rabiones, y las 3 presas del recorrido quedando en 7ª posición y dentro de control en su primer descenso.

Con un tiempo de 1 hora y 27 minutos, que no está na da mal para ser la primera vez.



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