martes, 18 de abril de 2017

Piragüismo en los Jardines Reales de Aranjuez.


Disfrutar del piragüismo en Aranjuez es sumergirse en las aguas del río Tajo a su paso por el Jardín del Príncipe.
Un jardín que tiene su origen en la llamada Huerta Grande de Don Gonzalo y en un pequeño jardín mandado crear por Fernando VI en la zona del embarcadero sobre el río. El proyecto del nuevo jardín fue trazado en 1763 por Pablo Boutelou e inagurado por Carlos IV, Príncipe de Asturias, en 1804.

Se encuentra situado entre el río Tajo y la Calle de la Reina,  pudiéndose disfrutar desde el agua mientras ascendemos el río desde “La Piragüera”, sede del ClubPiragüismo Aranjuez,
frente al restaurante El Rana Verde, es el más extenso de los jardines con un perímetro de 7 km y una extensión de 150 hectáreas. 
En “La Piragüera” podréis contactar con profesionales cualificados para iniciaros en el mundo del piragüismo o simplemente disfrutar de una excursión en piragua o en Barco Dragón, canoas de casi 14 metros de largo y decoradas con el tradicional dragón asiático, organizándose equipos de 20 remeros.
Para los menos atrevidos se puede disfrutar de un paseo en barco turístico sobre el río Tajo y cuyo embarcadero se encuentra situado junto al Club de Piragüismo Aranjuez,
enfrente encontraremos el Restaurante El Rana Verde, centenario restaurante regional rodeado de jardines con un salón acristalado y varias mesas con vistas al río, un clima de lo más relajante y romántico evocador de otras épocas y donde disfrutar de una excelente comida antes y después de las competiciones de piragüismo. Un Restaurante con un nombre peculiar  que debe su nombre al patriarca de la familia “El Tío Rana”.

En la parte norte, que es la que da al río, está protegido El Jardín del Príncipe por un dique de piedra llamado Malecón de Solera y que desde el agua permite apreciarse toda su belleza y majestuosidad.
El jardín está formado por gran variedad de especies de árboles diferentes, como: plátanos, ahuehuetes, pacanos, caquis de Virginia, cipreses, liquidámbares, pinos, castaños de indias, tilos, fresnos, robles, cafeteros, magnolios, arces, carpes, árboles del amor, de Júpiter,...

Conforme ascendemos el río podremos apreciar la belleza de los árboles que se vuelcan sobre el río creando una orilla de paredes verdes que invita a la relajación y entrar en sintonía con el paraje natural, durante la ascensión a unos 5 km llegamos al puente de la Calle de la Reina, a la altura del Campo de Golf.

Un poco antes de llegar al puente, en el margen derecho conforme ascendemos, encontraremos el atajo secreto del Raphel, un pequeño brazo del río llamado “el Canalillo” y que permite según los años, según el caudal y la vegetación de su curso, acortar unos metros y esquivar corrientes en la ascensión del río Tajo.
Un atajo con encanto y misterioso, para disfrutarlo en silencio y pausadamente.
El próximo Raphel del Tajo trae una novedad, ya que se hermana al Descenso del Júcar, celebrándose en el mismo fin de semana en una experiencia conjunta.
El XLV Raphel del Tajo y el IV Descenso del Júcar se vivirán de manera conjunta el fin de semana del 17 y 18 de junio a través de una organización paralela y que permitirá a los amantes del piragüismo disfrutar de un fin de semana deportivo en plena naturaleza.
Durante mi visita me encuentro a Christian AlonsoFernández, canoista, entrenador y artesano de tacos para canoa, un oficio difícil y que requiere tener un conocimiento preciso en la práctica de este deporte. El taco es uno de los elementos más importantes de una canoa, es la pieza donde el canoista apoya su rodilla cuando navega.


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